Desde lejos, parecen construcciones de cemento uniformes, frías, vacías. Sin embargo, de cerca son mucho más que eso. Los nuevos barrios Evita I, II y III están a pocas cuadras del microcentro y están formados por pequeños terrenos divididos, y con edificaciones que cuentan con un baño y una pieza cada una. En el Evita I, algunas familias ya se instalaron y comenzaron a completar la construcción con habitaciones de cemento o bien, casillas de madera. "Hace cuatro meses que nos dieron el terreno, no nos cobraron nada. Es una gran ayuda para los que no tenemos nada. Casi no quedan casas precarias", advierte Marcos Jaime, de 28 años. Su vecina, Romina Campos (de 22 años), pide que se consigne su nombre completo en esta nota: "el intendente (Roque Graneros) nos ayuda; él y la legisladora (por la esposa del jefe municipal, Alejandra Cejas) son muy buenos con nosotros".